Empezamos con la comida del trabajo, luego vinieron las cenas navideñas con los amigos, la fastuosa cena de Nochebuena, el suculento banquete de Navidad, la última cena del año, la primera comida del 2016 y el roscón de la noche Reyes… La Navidad gira en torno a la mesa, y es muy complicado resistirse a la tentación de saborear los mangares que encontramos expuestos en ella. Después de la Navidad el cuerpo necesita depurarse.
En estas fechas, cada español engorda una media de 2 kilos, pues se llegan a ingerir hasta cinco veces más calorías que el resto del año. Para eliminar estos kilos de más, necesitamos el doble de tiempo, en torno a 15 días. Para el organismo es más fácil acumular grasa que eliminarla, y es que el cuerpo la almacena para suplir el déficit en caso de emergencia.
Te enseñamos unos sencillos tips para depurar el organismo en pocos días. Es momento de adoptar un estilo de vida más saludable:
BEBER 2 LITROS DE AGUA
El 65% del cuerpo humano está compuesto por agua. Una correcta hidratación evita la retención de líquidos por el exceso de calorías.
Cuando no le damos al organismo la suficiente cantidad de agua, el cuerpo intenta retener al máximo el agua que llega y que hace que retengamos líquidos en zonas como la cintura los tobillos y la cara. Por eso te sientes más hinchado y pesado.
La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta de aproximadamente 30 a 35 ml de agua por kilo de peso, alrededor de 2 a 4 litros. Aunque también se tienen que tener en cuenta; la temperatura ambiental, la sequedad del ambiente, si se va realizar actividad física, la alimentación, pérdidas de agua por el sudor y por la orina.
DORMIR 8 HORAS
La falta de sueño y el estrés afectan al balance energético y, como resultado, ganamos peso. Esto se produce debido a 3 factores:
Durante las horas de descanso, el cuerpo genera las hormonas de leptina y grelina, que se encargan de regular el apetito. La falta de sueño provoca la producción de leptina que se genera en el tejido adiposo y que provoca la supresión del apetito, y que por el otro, aumenta la producción de grelina, producida en el tejido gástrico, y que reduce cuando comemos, por lo que se comporta como un indicador del apetito.
En segundo lugar, el insomnio incrementa el apetito, pues cuando no podemos conciliar el sueño tendemos a comer alimentos dulces para que nos ayuden a dormir.
Por último, la falta de sueño reduce el gasto energético. Si no descansamos lo suficiente, al día siguiente estamos más cansados y tendemos a movernos menos.
REDUCIR EL CONSUMO DE AZÚCAR
El azúcar es una fuente de calorías, y si tu objetivo es bajar de peso hay que reducir su consumo. El punto de inicio es deshacerse de todos los dulces navideños, es la mejor forma de evitar la tentación.
12 cucharadas de café es la cantidad diaria de azúcar que recomienda la OMS. En una dieta de 2000 calorías, es alrededor de 50 gramos de azúcar. Los europeos consumimos de media unos 100 gramos, eso significa que debemos reducirlo a la mitad.
El azúcar no está únicamente en el sobre que vertemos en el café, con frecuencia lo tomamos sin ser conscientes de ello. Para muestra un botón, en una ensalada de lechuga, maíz, pollo y salsa césar, que aparentemente pensamos que es una comida ligera y sana, hay mucho azúcar: Un bote pequeño de maíz de 100 gramos, equivaldría a 3 cucharadas de azúcar, y la deliciosa salsa con la que se aliña la ensalada, tiene 2,5 gramos de azúcar. Parece poco, pero vamos a ser realistas, con una cucharada de salsa la ensalada nos queda insípida. Seguramente vamos a verter mucho más, pero cuidado, cinco cucharadas de salsa césar tienen el mismo azúcar que un donut.
NO SALTARSE NINGUNA COMIDA
Cuando nos ponemos a dieta para bajar de peso, la primera idea que nos viene a la cabeza es que no tenemos que comer. El mantra « Menos comida, más peso que pierdo» no es cierto del todo. Al comer varias veces al día vamos a perder más peso. Cuando comemos el cuerpo se pone en marcha, por lo tanto se consumen calorías.
Al no comer el organismo entra en reposo y el metabolismo va más lento, por lo tanto, hay un menor gasto de energía y no hay movilización del tejido adiposo.
Cuando realizamos 2 comidas al día, lo que conseguimos es que el organismo se adapte, y entramos en un proceso fisiológico conocido como «Hiperfagia adaptativa«. En este proceso, el cuerpo trata de guardar energías para los momentos de carencia. Esto significa que vamos a tardar más en adelgazar.
NO PICAR ENTRE HORAS
Aparte de engordar, comer snacks no es nada saludable. Muchos de estos alimentos son ricos en grasas saturadas, azúcares y otros elementos que están muy presentes en las máquinas expendedoras.
Si nuestro objetivo es perder peso, hay que consumir los alimentos más calóricos en las primeras horas del día. Al volver del trabajo, solemos comer lo primero que encontramos en la nevera. Para evitarlo, es mejor descansar unos segundos y beber un poco de agua. Si se abusa de este tipo hábito puede conllevar a un trastorno alimentario.
Es mejor modificar los horarios de las comidas y repartir la ingesta de calorías. Si no puedes resistir la tentación de comer algo entre horas, opta por alguna verdura o fruta, que además de ser sano tiene menos grasa y azúcar.
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