Fotoenvejecimiento, léntigos simples, léntigos solares, efélides (“pecas”), queratosis seborreicas, manchas cafés con leche, depósitos de hemosiderina, tatuajes traumáticos o artísticos, melasma… El universo de las manchas es amplio y complejo. Por fortuna, los avances en la tecnología láser nos permiten hoy tratamientos bastante rápidos, eficaces y seguros.
El primer paso será siempre el diagnóstico correcto del tipo de mancha. El dermatólogo especialista en láser se valdrá de su conocimiento y de herramientas como la dermatoscopia e incluso el estudio histológico de muestras de tejido si fuese necesario, antes de plantear un tratamiento. Además, según el tipo de piel del paciente y el tipo de mancha en cuestión, se puede complementar el tratamiento con cremas y así potenciar aún más los resultados y/o disminuir los efectos secundarios.
Klearskin Láser ha incorporado en su arsenal el láser de picosegundos más potente del mercado, que emite en longitudes de onda de 532, 694 y 1064 nm, lo que permite adaptarse con mucha versatilidad a diferentes retos terapéuticos y conseguir resultados incluso allí donde otros tratamientos han fallado. Esto es particularmente importante en el caso de los tatuajes, ya que ciertos colores, como el turquesa y los azules claros pueden ser imposibles de tratar con otros láseres de tecnología más antigua o menos potentes. También los tatuajes que se han quitado parcialmente con otros láseres y han dejado de responder pueden ser abordados con este láser de picosegundos y aclararse aún más o aún desaparecer completamente.
Por otro lado, la precisión de esta tecnología permite también hacer tratamientos muy suaves y delicados para problemas difíciles como el melasma. En estos casos es obligatorio la combinación con terapia tópica (cremas y peelings).
Por su parte, el fotoenvejecimiento que da a la piel una tonalidad ocre, con o sin léntigos solares, cambia radicalmente con los tratamientos con luz pulsada y láser de picosegundos. Además de mejorar el color, se produce un rejuvenecimiento integral de la piel, que hace mejorar el tono, la luminosidad, la textura y vitalidad. Los léntigos pueden responder parcial o totalmente, y aun cuando no pueden alcanzarse resultados perfectos, la mejoría global resulta satisfactoria.
Un diagnóstico correcto, un plan personalizado de tratamiento, y el uso de la tecnología más avanzada es el camino más seguro hacia el éxito en el tratamiento de todo tipo de manchas.