Es el momento de cuidarnos, tanto por dentro como por fuera. Por eso, en Clínicas Dorsia no queremos olvidarnos de nuestra piel.
Cremas hidratantes, sérums, lociones… En nuestro ritmo frenético, siempre ponemos como excusa la falta de tiempo para cuidarnos a nosotros mismos, a pesar del sinfín de productos a los que tenemos acceso para rejuvenecer y regenerar nuestra piel. Aunque hidratemos la piel concienzudamente, ésta puede deshidratarse por muchas razones.
Uno de los principales problemas puede ser el exceso de hidratación. Aunque no se nos ocurra, a la hora de combatir la sequedad de nuestra piel siempre solemos utilizar una crema hidratante para mejorar el problema. Sin embargo, a pesar de lo que podamos creer, hay zonas de nuestra piel que siguen estando secas y tirantes, una de las causas de la sobrehidratación, que provoca el efecto contrario, debilitando la barrera natural y haciendo más pronunciados los efectos de la pérdida de agua.
Para ello, la solución no será utilizar más crema hidratante sino utilizar el tipo de crema correcta, con el fin de que nuestra piel no sufra más de lo necesario. Debemos usar aquellas que contengan glicerina o ácido hialurónico, puesto que estos ingredientes atraen el agua del ambiente hacia la piel con el fin de manera suave y flexible.
Además, hay que reducir el uso de exfoliantes en caso de que los estemos usando, ya que podríamos empeorar la deshidratación y hacer que nuestra piel se inflame. Para limpiarla, recomendamos el uso de un gel sin sulfato que no aportará nada de grasa.
A esto, le sumamos una de las rutinas que más nos gusta llevar a cabo y que, ahora, en momentos de estrés, muchas de nosotros estamos llevando a cabo: ducharnos con agua caliente. Esta costumbre puede ser una de las causas por las que nuestra piel más se reseque. El agua demasiado caliente puede provocar la eliminación de los aceites naturales presentes en la piel y hacer que ésta se deshidrate.
Con el fin de paliar esto, debemos reducir la temperatura del agua de la ducha, haciéndolo con agua tibia y si es posible, una leche de ducha que cuente con agentes hidratantes que limpien y suavicen nuestra piel.
Aprovecha estos días en que estás en casa para evitar las bebidas alcohólicas y para beber más agua. Tanto el alcohol como la cafeína actúan como diuréticos y hacen que nos deshidratemos. Sabemos que lo recomendable es beber como mínimo 2 litros y medio de agua diarios de manera continuada, siempre en pequeñas cantidades, a pesar de que mucha de esa ingesta tiene que ver al consumir alimentos.
Precisamente por eso, ahora que necesitamos estar más fuertes que nunca, no podemos olvidar la importancia de beber agua, aunque no tengamos sed. Si aparece esta sensación es porque nuestro cuerpo ya ha perdido líquidos y, por tanto, existe una pequeña deshidratación.
Si a eso le añadimos la importancia de estos días de realizar actividades deportivas, reiteramos la importancia de hidratarnos, ya que expulsaremos mucho líquido y sales minerales.
Si el agua no es vuestra bebida favorita, también podemos alternarla con infusiones, refrescos bajos en azúcar, zumos o lácteos, con el fin de variar y darnos un pequeño “premio” en estas circunstancias especiales que estamos viviendo.
Recomendamos también la ingesta de alimentos ricos en agua, tales como frutas, verduras u hortalizas, que nos mantendrán activos y fuertes durante las horas centrales del día y permitirá así a nuestro cuerpo continuar con las rutinas diarias.
Con todo esto, desde Clinicas Dorsia queremos que, desde casa, digas adiós a la deshidratación de tu piel y que cuando volvamos a salir, ¡brilles más que nunca! #YoMeCuidoSolaEnCasa