Si tu teléfono ha sonado, y tienes la suerte de estar a punto de realizar una entrevista de trabajo, no pierdas la calma. Toma nota de los siguientes consejos para salir airosa de tu primer cara a cara con la empresa.
Sé precavida: antes de la entrevista…
• Infórmate bien acerca de la empresa, y si puede ser, acerca de tu entrevistador. Hoy en día, herramientas como Linkedin te lo ponen fácil.
• Lleva el currículum. Y bien aprendido, te van a preguntar acerca de él.
• Ojo con tus puntos débiles: prepara argumentos para defenderlos
• Evita ropa llamativa. En estos casos, menos es más, siempre.
• Llega pronto (unos 5 minutos antes)
Durante la entrevista…
Crea una buena impresión. Muchas veces la primera es la que cuenta. Algo tan básico como saludar o sentarse, puede ser determinante para tu elección.
• Responde clara y brevemente, y di siempre la verdad
• Ten especial cuidado en no contradecirte, sé coherente.
• No respondas con evasivas o dudas, ni con monosílabos
• Muestra entusiasmo por el trabajo, pero no lo supliques
• No hables mal de las empresas en las que has trabajado
• Puedes hacer preguntas acerca de tus posibilidades de promoción, la empresa o el puesto de trabajo
– Tómate tu tiempo, piensa bien las respuestas, permanece relajado y escucha con atención. Cuando más pronto te hablen del puesto, más conocerás lo que la empresa necesita en realidad y las respuestas podrán ser más directas.
– Recuerda que tú también tienes preguntas que hacer. No sólo debes estar interesado en el puesto, sino que debes demostrarlo. No te quedes con dudas. Lo que la empresa busca no es una persona que cobre un salario, sino un colaborador que aporte beneficios.
Los mensajes del cuerpo
– La mirada
Durante una conversación, desviar la mirada justo antes de empezar a hablar indica que lo que vamos a decir es fruto de una reflexión meditada, mientras que mirar a derecha e izquierda cuando nos hablan suele ser una demostración de desinterés. Mirar directamente a los ojos de quien nos habla demuestra interés y atención, pero mantener una mirada directa durante todo el tiempo es demasiado agresivo. Encuentra el balance y demuestra seguridad sin dureza.
– La posición del cuerpo
Los brazos cruzados protegiendo el cuerpo son una posición defensiva bastante obvia, mientras que las posturas distendidas demuestran relajación. No te pases de desenfadada.
– Los movimientos de la cabeza
Asentir repetidamente mientras escuchamos, puede significar que entendemos y estamos de acuerdo, o que queremos que nuestro interlocutor acabe lo antes posible para responderle. Una ligera inclinación hacia adelante indica que estamos escuchando, y escuchando con interés si al mismo tiempo nos inclinamos hacia un lado.
– Las manos
A menudo no sabemos qué hacer con ellas, parecen “sobrarnos”. Una alternativa correcta es entrelazar los dedos (un gesto que expresa autoridad y rigor, pero también voluntad de entendimiento y espíritu constructivo).