La papada es una zona que nos acompleja y que, además, es difícil de disimular. Además, se tiene la tendencia a creer que solo puede tratarse con cirugía estética, pero también puede tratarse con medicina estética.
En Clínicas Dorsia ofrecemos diferentes tratamientos que pueden mejorar tanto las papadas reales, como las relacionadas con flacidez o ciertos grados de trastornos mandibulares.
Para las papadas relacionadas con flacidez o trastornos mandibulares utilizamos sustancias de relleno para mejorar los volúmenes necesarios o hilos de sustentación para reposicionar los tejidos, incluso en el cuello. El uso de uno u otro depende del diagnóstico inicial y el plan de tratamiento.
Para las papadas reales, utilizamos ácido desoxicólico, Tratamiento para eliminar la papada, y se basa en destruir la grasa con la ventaja de provocar la adherencia de la piel dejando menos flacidez. El resultado va apreciándose progresivamente y los resultados finales se ven a los 3 meses.
¿Por qué tengo papada?
El exceso de volumen de grasa en la zona superior del cuello, justo debajo de la mandíbula es lo que conocemos por papada. En ocasiones puede estar causada o agravada por un incremento en el peso corporal y puede mejorar con la normalización del peso. En estos casos lo más indicado es hacer lo necesario para mantener el peso dentro de la normalidad.
Por otra parte, hay algunas personas con una predisposición genética que tienen pocas variaciones de la papada en relación con el peso corporal y que suele estar presente desde muy tempranas edades y suelen haber más miembros de la familia afectados.
¿Qué ejercicios puedo realizar para mejorar el aspecto de mi papada?
Antonio Fustes, médico estético de Clínicas Dorsia, afirma que realmente lo más importante para evitar la papada es mantenerse en el peso más correcto posible. Por otro lado, se pueden hacer ejercicios de fortalecimiento de los músculos del cuello, en especial el trapecio. Es importante también cuidar de la piel de nuestro cuello como hacemos con el rostro.
