La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial para el ser humano. Este nutriente no somos capaces de sintetizarlo de forma natural, pero podemos obtenerlo de una fuente alimenticia.
La vitamina C es un potente antioxidante capaz de neutralizar el estrés oxidativo, siendo capaz de reducir especies inestables de oxígeno, nitrógeno y radicales de azufre, además de regenerar otros antioxidantes del cuerpo como la vitamina E o alfa-tocoferol.
Esta vitamina es esencial para la síntesis de inmunoglobulinas (defensas naturales) por lo que se recomiendan los suplementos de vitamina C durante las infecciones o el estrés. Además, favorece la absorción de hierro, calcio y ácido fólico.
Otra ventaja de la vitamina C es que estimula a los fibroblastos y promueve la formación de colágeno, principal componente de la dermis. Es muy beneficiosa para la piel ya que la vitamina C tópica puede neutralizar especies reactivas de oxígeno que aparecen debido a la exposición al sol y otros factores medioambientales como la contaminación y el tabaco. Hay estudios científicos que indican que la vitamina C es efectiva para el tratamiento de hiperpigmentación cutánea, así como para reforzar la barrera cutánea (epidermis) y prevenir el envejecimiento de la piel.
¿En qué alimentos podemos encontrar vitamina C?
La vitamina C puedes encontrarla en frutas como el kiwi, la naranja, las fresas, la mandarina, el melón o el mango. También puedes encontrarla en el pimiento rojo, el perejil, la col rizada, el brócoli, el hinojo. En los vegetales se ha visto que nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
¿Puedo aplicar vitamina C en mi rostro?
Nuestros expertos afirman que tanto ingerir vitamina C como aplicarla en tu rostro es beneficioso para tu piel. De hecho, lo ideal es la combinación de ambas. Por eso, te recomendamos que utiliza productos de belleza que contengan vitamina C ya que favorecerá la generación de colágeno y tensará la piel.
