La crema corporal es un esencial en nuestra rutina Beauty pero no siempre la utilizamos bien. Hemos preguntado a Virginia Sánchez, nuestra Directora Médica y Dermatóloga, cómo debemos utilizar la crema corporal para sacarle el máximo partido ¡Te lo contamos!
Hay que crear una rutina para aplicar la crema corporal. Lo mejor es exfoliar la piel durante la ducha usando una esponja o un producto exfoliante. La exfoliación retira el exceso de capa córnea (“piel muerta”) y permite que después penetre la crema hidratante y cumpla su función. Es especialmente recomendable en personas con piel muy seca y descamativa.
Al salir de la ducha debemos secar el cuerpo ligeramente con la toalla. Con la piel aun húmeda, se aplicaría la crema corporal hidratante.
El principal error que puedes cometer a la hora de utilizar una crema corporal es ponerla con la piel seca y en zonas pilosas porque cuesta más de extender y por lo tanto de ser absorbida. Otro error, es usarla solo una vez a la semana o cuando notamos que nuestra piel está más seca (descamándose), porque cuesta más que la piel absorba la crema hidratante.
Por lo tanto, la crema hidratante corporal hay que utilizarla siempre con la piel húmeda, tras la ducha y, preferiblemente, con la piel exfoliada.
Creemos que las texturas de las cremas están directamente relacionadas con la funcionalidad del producto, pero no es así. Lo más importante es mantener una buena rutina diaria de exfoliación e hidratación. La textura del producto tiene menos importancia, todas pueden ser útiles: aceites, cremas hidratantes, lociones, geles etc. Todo depende del gusto particular de cada persona, lo importante es utilizarlo y mantener la rutina.
¿Tengo que utilizar una crema específica para zonas como el codo o los talones?
En zonas como los codos, las rodillas y, sobre todo, en los talones, es recomendable utilizar cremas específicas queratolícas con urea al 20 o 30% o salicílico al 5 o 10%.