Si el estrés y la falta de tiempo de nuestro día a día nos impide encontrar hueco para nosotros mismos, ¡cómo vamos a encontrar espacio para entrenar cada día! El yoga es, en muchos casos, la solución a esto: una manera de mejorar nuestra salud física y emocional al mismo tiempo. De ejercitar y relajar nuestra mente. Una disciplina que puede practicar cualquier persona, de cualquier edad. Cada persona adaptará las asanas (posturas) a sus necesidades y capacidades físicas, y elegirá aquellas que aporten más beneficios en ese momento.
Se dice que su práctica puede cambiar nuestras vidas. Y no lo decimos nosotros, sino que está demostrado científicamente. Numerosos estudios demuestran que el yoga funciona como una medicina para el cuerpo. Estudios que ya habían sido realizados en India, la cuna del yoga, han sido ahora también realizados por otros centros médicos de investigación (las universidades de Duke, de California, Harvard…). Esta disciplina, practicada por deportistas, puede ser clave para ganar fuerza, estabilidad y prevenir lesiones.
¿Cuáles son los beneficios de practicar yoga?
- Fortalece nuestros músculos: existen muchísimas asanas (posturas) en Yoga, y muchas de ellas nos ayudan a fortalecer los músculos. A diferencia de los ejercicios anaeróbicos que practicamos en el gimnasio, con el yoga evitamos la fatiga y el dolor (porque no acumulamos ácido láctico), y aumentamos la flexibilidad. Tener la musculatura definida ayuda a proteger los huesos y a evitar lesiones.
- Mejora la respiración: desde que nos iniciamos en yoga, nos enseñan a respirar correctamente para incrementar la oxigenación de las células. Una buena respiración en cada asana mejora la circulación sanguínea, incidiendo positivamente en el cerebro y en los órganos, relajando los músculos, equilibrando el sistema nervioso y ralentizando el ritmo cardiaco.
- Libera el estrés: el yoga consigue reducir el nivel de cortisol, que es la hormona producida por nuestro cuerpo ante situaciones de estrés. Esta hormona en niveles elevados puede hacer que subamos de peso, provocarnos cambios de humor, elevarnos la presión arterial, y afectar de forma directa a nuestros procesos cognitivos. El yoga, con su técnica de respiración y sus diferentes asanas, reduce el nivel de cortisol, manteniéndolo en su nivel óptimo -clave para nuestro bienestar- y mejorando nuestra resistencia a las enfermedades.
- Mejora el equilibrio: muchas de las posturas en el yoga requieren equilibrio, lo que nos obliga a mantener la concentración y conciencia sobre nuestro cuerpo. Poco a poco iremos aprendiendo cómo ajustando pequeñas partes de nuestra postura, conseguiremos mantener el equilibrio.
- Ayuda a nuestra mente: ¿cuánto tiempo dedicamos al día a nuestros pensamientos? ¿Sabemos vivir en el presente, o nos movemos con el piloto automático mientras estamos estancados en nuestros pensamientos? El yoga nos enseña a centrarnos en nuestro cuerpo, relativizar los problemas y a dejar la mente en blanco, centrándonos en aquello que realmente importa: el momento presente.
- En el gimnasio, en casa, en la playa…: cualquier lugar puede servir para practicar esta disciplina. Elige aquel en el que te encuentres cómoda y tranquilla.
A todos estos beneficios, tenemos que sumar otro, que es el de la quema de calorías. Además de mantener un estilo de vida saludable, podemos practicar yoga para evitar sobrepeso y sentirnos bien con nosotros mismos. Y estos resultados serán todavía más notables si se añaden los distintos tratamientos de medicina estética para remodelar la figura. En Minerva, la Unidad de Nutrición y Obesidad de Clínicas Dorsia ofrecemos programas personalizados, como el de Minerva 10, 15, 20kg, en el que se combina una dieta personalizada con nutricionista y coach, con aparatología, mesoterapia y carboxiterapia.