En la primera consulta, el equipo médico realiza un diagnóstico personalizado para conocer las necesidades específicas del paciente.Antes de iniciar el tratamiento, el médico limpia la zona a tratar. Con la ayuda de una plantilla marca los puntos en los que se va aplicar el fármaco. Para reducir las molestias del paciente se emplea una anestesia local con lidocaína o mepivacaína al 2%.
En los puntos marcados se aplica el ácido desoxicólico mediante microinyecciones. El tratamiento se divide en varias sesiones. Entre sesión y sesión debe transcurrir un mes como mínimo.
Aunque la indicación del ácido desoxicólico es reducir grasa, la importante inflamación que genera en la zona produce una retracción de la piel, con el resultado de una mayor definición del contorno mandibular.