En cuanto al tratamiento, como en ocasiones y sin saber exactamente el porqué, la placa desaparece de forma espontánea es aconsejable esperar entre uno y dos años antes de intentar solucionarla quirúrgicamente. Los tratamientos no quirúrgicos no han mostrado ser efectivos para esta enfermedad. Algunos doctores recomiendan la utilización de vitamina E o complejo vitamínico B por vía oral. Algunos investigadores han intentado la inyección directamente en la placa de agentes químicos como colagenasa, corticoides, dimetilsulfoxido, etc, sin observar resultados alentadores. También se ha probado la utilización de radioterapia a bajas dosis sobre el pene sin que se obtengan beneficios para corregir la incurvación del pene, sino que por el contrario han aparecido efectos indeseables. Los tratamientos quirúrgicos son dos: extirpación completa de la placa colocando un parche de piel o de material artificial o la extirpación de una franja de tejido del lado contrario de la placa sin actuar para nada sobre la misma placa. Esta última intervención se conoce con el nombre de operación de Nesbit en honor del cirujano que la describió y es la más utilizada en la actualidad. El paciente debe saber que con esta intervención se puede producir un acortamiento del pene de hasta 2 centímetros. En los casos en que existe impotencia sexual por la incurvación del pene, se puede colocar una prótesis de pene (cilindros de silicona que se colocan en el interior del pene, uno a cada lado).
Todas las cirugías están realizadas en centros sanitarios autorizados.